La ciudad de
Lima es la capital
del Perú y con una población de cerca de 8 millones de habitantes es considerada
una de las megaciudades de América Latina. La escasa precipitación
anual (9 mm) hace que se use agua principalmente del río Rímac para abastecer
a la ciudad. Uno de los problemas es que este río, con origen en la región de
los Andes, es de régimen irregular durante el año. Una parte del
agua potable proviene también de acuíferos, llegándose a presentar
problemas de sobreutilización de agua subterránea.
Quizás el efecto más dramático del cambio climático se
encuentre en la modificación del ciclo hidrológico. Esto incluye el
deshielo de los glaciares, la elevación de los niveles del mar y cambios
significativos de la temperatura y de los patrones de precipitación en
todo el mundo (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático - IPCC, 2007). La situación en regiones que ya sufren de una
extrema escasez de agua se agravará aún más. Una de las áreas más
afectadas por el cambio climático es la región andina: El Centro Tyndall
para la Investigación del Cambio Climático indica que el Perú se
encuentra en el tercer lugar de los países más vulnerables cuando se
trata de los impactos del cambio climático relacionados a
precipitaciones y disponibilidad de agua (Rosenberger, 2006). Se espera que la escasez de agua sea aún
más severa a causa de una mayor intensidad y frecuencia del fenómeno de El Niño / Oscilación del Sur.
Los impactos del cambio climático se sienten no solamente en las regiones
montañosas, sino aún con mayor intensidad en las grandes zonas de
aglomeración urbana, las cuales se caracterizan por su enorme demanda de
recursos de agua. La región de Lima Metropolitana y del Callao en el
Perú constituye un ejemplo particularmente significativo de una zona de
aglomeración urbana sumamente dependiente del agua.
Laguna Yuracmayo en la sierra de Lima (4355 msnm). Foto: C. León 2011
Lima - comprendiendo el área de Lima Metropolitana y el Callao - se caracteriza por una serie de rasgos
típicos de las megaciudades emergentes, tales como:
- En la actualidad, Lima cuenta con alrededor de
8,5 millones de habitantes. Dado el alto número de barrios informales en las áreas urbanas
periféricas (denominados asentamientos humanos), esta cifra es algo difícil de precisar.
- Un alto crecimiento poblacional (índice anual de crecimiento de
2 %), debido especialmente a la migración de personas
pertenecientes a los estratos más pobres, lo cual genera una presión
adicional en las áreas de Lima que carecen de los suministros
adecuados de electricidad, agua y saneamiento.
- La población de Lima cubre un amplio espectro de niveles
sociales. En el año 2007, 18 % de su población vivía en situación
de pobreza.
- El suministro de agua potable es variable a causa de la aridez
del clima (solamente un promedio de 9 mm de precipitación anual) y
las características irregulares de los flujos de agua (variaciones
significativas en las precipitaciones estacionales en la cordillera
andina, que sirven como fuente principal de los recursos de agua).
- Existe una polarización entre los distritos de bajos y altos
ingresos, con conflictos relativos a la disponibilidad de recursos
básicos y un alto potencial de movilización social cuando las
políticas son consideradas injustas o agravan aún más la situación
de la población pobre.
La diversidad de los diferentes distritos de Lima conduce también a que
la variante más apropiada entre las muchas soluciones potenciales sea
diferente para cada distrito (por ejemplo, para tecnologías de
tratamiento de aguas residuales). Por lo tanto, deben encontrarse
soluciones apropiadas para las condiciones locales, las cuales, al mismo
tiempo, contribuyan también a una estrategia general óptima de la
gestión del agua.
En cuanto al suministro de agua y al alcantarillado, Lima se caracteriza
por lo siguiente: En la actualidad (2009), la cobertura a la red de agua potable
es de 80,6 %, lo cual indica que el 19,4 % de la población (en
su mayoría en las laderas de los cerros de la ciudad) no tiene acceso a
la red de agua potable y es abastecida a través de camiones cisterna. Alrededor del 77 % de la población tiene conexión
a la red pública de alcantarillado. Solamente un 17 % de las aguas
residuales reciben alguna forma de tratamiento. La mayor parte de las aguas residuales se
descarga en los ríos o directamente al Océano Pacífico,
solo el 5 % del volumen tratado es reusado para fines de riego.
Las fuertes
interacciones con el sistema de energía eléctrica se producen no
solamente en la necesidad inherente de energía para las bombas de agua y
el tratamiento de aguas residuales (con importantes implicaciones de
costos operativos), sino aún más en el uso conjunto de los embalses de
agua potable para el suministro de agua y para la producción de energía
eléctrica (afectados por el cambio climático y con patrones de uso
conflictivos).
La tabla siguiente muestra que, comparando con otras metrópolis sudamericanas, Lima
presenta los problemas más serios respecto a la disponibilidad de fuentes de agua
para abastecer a su población.
Ciudad |
Población
(Mill. hab.) |
Capacidad de producción (m3/s) |
Reservas
(Mill. m3) |
Reservas por habitante (m3/hab.) |
Precipitación
(mm/año) |
Agua
no facturada (%) |
Rio de Janeiro |
9 |
52 |
(*) |
0 |
1170 |
57 |
Sao Paulo |
25 |
90 |
2073 |
83 |
1500 |
37 |
Santiago de Chile |
5.9 |
24 |
900 |
153 |
384 |
29 |
Bogotá |
6.5 |
25 |
800 |
123 |
800 |
35 |
Lima |
8.6 |
20 |
282 |
33 |
9 |
35 |
* no tiene problemas de fuente por el gran caudal del rio que abastece la ciudad y por el alto nivel de precipitaciones.
Fuente: Memorias Anuales Prinicpales Empresas de Saneamiento de Sudamerica.
Suministro de agua a través de camiones cisterna en zonas periurbanas de Lima. Foto: C. León 2011